Bonao.- El escultor Juan
Trinidad ofrece entrevista en exclusiva para el equipo de prensa de Eventos y
Opiniones al Día, explicando en esta su trayecto como escultor.
Manifestó que desde muy
joven externó a sus familiares que su deseo era ser artista, a lo que su padre
le respondía que este debía ser sacerdote.
El reconocido escultor
quien se define como un testimonio de su pueblo, además comentó
que se hacía introspecciones con la cuestionante de cómo iba a lograr ser lo
que deseaba pero que de igual manera se planteaba posibles soluciones.
“Al inicio de mi carrera
yo me fui a Santo Domingo para no hacer lo mal hecho, en un momento dado me
acerqué a mis amigos Jacky Núñez del Risco, Dios le tenga en gloria y a Chiki
Adad y lo único que me podían ofrecer en ese momento era suapiar en la
academia”, dijo.
Al tiempo manifestó que
este se hizo así mismo suapeando por 60 pesos en la década de los 80, viendo esto
como una oportunidad para el inicio de su
carrera artística.
También dijo que durante su crecimiento, llegó a las manos
de Chuchu Cordero y María, quienes fueron sus maestros y estuvieron al lado de
él durante su crecimiento.
No obstante aseguró que
durante el proceso de su carrera, fue mucho lo que tuvo que hacer para ver
realizado su sueño de ser artista, convirtiéndose en un tiempo en escenógrafo
por necesidad.
“La necesidad es la madre
de la habilidad”, afirmó.
El artista comenzó a darle
vida a su obra después de haber llegado
de Argentina donde se fue en busca de
superar muchos obstáculos, entre
ellos, que al inicio de su carrera nadie creía en su trabajo.
Trinidad, como hombre de
fe, aseguró que cuando se quiere algo se lucha por esto, ya que sin tener
instrumentos para tallar, creó su primera obra para enviarla a concurso,
ganando el primer lugar, hecho que le permitió viajar y trabajar con grandes
personalidades del arte.
Manifiesta que el pintor
Cándido Bidó siempre se mantuvo dándole una mano para su progreso en su carrera
como escultor.
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