La
enseñanza cada día es más exigente de nuevas técnicas y estrategias, que se
adecuen a nuestros tiempos y a los intereses de los educandos. Encontrar un
ambiente adecuado o crearlo, en las escuelas de hoy, de un desafío para los
decentes; estos elementos agregados a una sociedad cambiante en sus propósitos
y valores, hace la labor docente un verdadero reto.
En la
actualidad, una de las asignaturas que refleja un mayor nivel de debilidad en
los actores de la educación son las matemáticas. En este campus del
conocimiento y de las ciencias, los estudiantes presentan uno de los focos de
preocupación en el que cada día se hace más profundo y oscuro. Esto sin que
aparezca un rayo de luz que irradié esperanza en una sociedad que espera con
desaire a un número de jóvenes que puedan aportar para su desarrollo moral,
social y económico.
Es
saludable estar consciente que las matemáticas por sí solas no aportan
significativamente al desarrollo de un país o nación, pero es el punto de apoyo
para que otras ciencias puedan hacerlo, como es la economía, finanzas, física
aplicada y con ellas el “bum” de la tecnología. Los países que han logrado
activar las matemáticas en la mente de sus ciudadanos, han alcanzado una
posición importante en su desarrollo y en muchos de los elementos que los
proyectan como potencia económica.
No es nuestro interés hablar de esas
naciones y países que han invertido tiempo y capital para lograr este objetivo,
pero si tenerlos como referencia de que el desarrollo de un pueblo va de la
mano con el nivel de desarrollo de las ciencias, como hemos señalado en este
artículo, lo lograremos si podemos activar nuestros jóvenes y orientarlos hacia
el estudio de las matemáticas.
Podemos
señalar varios factores que inciden para que esto no esté lográndose en nuestro
país. En un próximo artículo pretendemos abordar algunos de estos, con la
finalidad de identificarlos, tratar de debilitarlos y así poder avanzar hacia
un verdadero desarrollo científico, económico, social y moral de una nación que
está tratando de romper con el sub-desarrollo y disminuir el nivel de pobreza
de sus ciudadanos.
POR: Américo Felix, Profesor Matemátics CEB
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