BONAO.-La empresa minera Falconbridge Dominicana (Falcondo) es una de las primeras mineras en establecerse en el país y un socio a largo plazo de la República Dominicana, con un récord de compromiso y creación de valor compartido demostrado a lo largo de su historia. La empresa opera bajo los principios de Desarrollo Sostenible y Minería Responsable, los cuales se sustentan en sus Pilares de Protección Ambiental: Preservación de bosques naturales, protegiendolos contra incendios, tala ilegal e invasión; Recuperación de áreas intervenidas mediante la rehabilitación y la reforestación; y Garantía de cantidad y calidad de aguas, a través de un robusto sistema de manejo de aguas.
El agua de lluvia es guiada a través de una red de canales con decantadores a presas de sedimentación o lagunas, donde se colecta y se garantiza que la misma cumpla con las características físicas y químicas biológicas requeridas por la “Norma Ambiental Sobre Control de Descargas a Aguas Superficiales, Alcantarillado Sanitario y Aguas Costeras”. Estas lagunas evitan inundaciones, aguas abajo de la operación, en tiempos de fuertes lluvias y garantizan el abastecimiento de agua en sus alrededores, aún en los períodos de mayor sequía, como los que hemos estado viviendo desde el año pasado.
Para asegurar el cumplimiento de estos estándares, un equipo técnico de primera línea, de la mano del Ministerio de Energía y Minas continuamente monitorea el agua a la salida de las presas, apoyándose en laboratorios certificados internacionalmente y avalados por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales para garantizar la calidad de las aguas.
Y es que Falcondo en su proceso minero tiene un consumo mínimo de agua y no utiliza químicos. El mineral que se extrae proviene de suelos o rocas blandas básicas razón por la cual, al final de su proceso, no produce aguas ácidas residuales. Consecuentemente todas las aguas que circulan en la mina son aguas de PH neutro o básico. Los cultivos de arroz, tabaco, hortalizas y otros rubros, en las zonas circundantes así como el agua para fines domésticos, utilizada por las comunidades, son una excelente evidencia de la calidad de las aguas que salen de Falcondo.
Para la obtención del níquel se utiliza agua para enfriamiento en algunos procesos y la misma es recirculada. El consumo de agua es relativamente bajo, a tal punto que en comparación con el caudal del Río Yuna (caudal tomado vs caudal devuelto), se utiliza menos del 0,25% del caudal del río y como medida de compensación adicional desde la Fundación Falcondo, se promueven modelos sostenibles para el manejo de cuencas hidrográficas en los ríos Yuna y Yaque del Norte (Plan Sierra, Cuenca de Blanco y Los Dajaos) realizando esfuerzos para devolver a las cuencas su capacidad de preservación de agua.
El Ing. Edwin Deveaux, Vicepresidente de Falcondo señaló “El compromiso es gestionar de manera sostenible los recursos hídricos que se utilizan para la producción y también ir más allá, debemos alentar y facilitar la mejora de la gestión del agua en la cadena de valor y colaborar con las comunidades que son nuestros vecinos más cercanos, en la solución de sus necesidades básicas de infraestructura.”
Por más de 40 años la empresa ha evaluado la capacidad de producción del recurso agua y ha brindado apoyo para facilitar el acceso a agua potable a través de la construcción y reparación de acueductos y pozos tubulares en las comunidades circundantes a la mina, así como la instalación de llaves públicas en Bonao para el beneficio de la población urbana, beneficiando a más de 200 personas diariamente, con un consumo de más de 60,000 galones que se utilizan en los hogares. En otro orden, la empresa se encarga de proveer más de 500,000.00 galones mensuales de abastecimiento al Camión del Cuerpo de Bomberos de Bonao.
La Minera siempre ha hecho uso racional del agua en sus operaciones manteniendo el balance hídrico conforme a la norma, mostrando siempre un alto compromiso con el Objetivo de Desarrollo No. 6, aunando esfuerzos a través de alianzas con las instituciones públicas y las comunidades, para garantizar la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos.
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