La
ciudad de Santiago tiene que ser rediseñada completamente en el plano vial,
porque no es posible que una ciudad de un millón trescientos mil habitantes y
de 100 kilómetros cuadrados encare un caos vehicular que en ocasiones se
asimila al del Gran Santo Domingo, dijeron dirigentes choferiles y líderes
comunitarios.
Los taponamientos son tediosos, incluso, aunque en mínima
proporción, hasta los fines de semanas y los días feriados, y esto altera el
ritmo normal de vida de las personas que viven en esta ciudad, según
profesionales de la conducta humana.
A este respecto, la psicóloga Josefina Medina, manifestó que los
tapones en Santiago se han tornado insoportables y que sumado a la elevada
temperatura y la crisis económica, irritan a muchas personas, provocando
reyertas por simples roces de tránsito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario