
La predilección de este tipo de mezcla crece en el país, sobre todo entre hombres jóvenes, generando evidentes cambios en los patrones de comportamiento de la enfermedad cardíaca.
De ahí que no es casualidad que en los últimos tres años publicaciones de prensa registren la muerte de por lo menos ocho hombres cuya historia común es la de ingerir alcohol mezclado con alguna de esas sustancias.
Mientras que los servicios médicos especializados evidencian una reducción en la edad de los pacientes que sufren infarto cardíaco, alcanzando con frecuencia a menores de 30 años.
La mezcla de alcohol, estimulantes sexuales, cocaína y tabaco se ha convertido en un cóctel que está incrementando la tasa de mortalidad por infartos cardiacos entre la población cada vez más joven, por lo que los médicos han coincidido en llamar el uso conjunto de esas sustancias en el “Cóctel de la Muerte”.
Por ello la pregunta obligada que se hace en los servicios de cardiología cuando una persona joven llega con dolor de pecho es si ingirió algún tipo de droga, entre ellas cocaína; si tomó bebidas energizantes; si usó estimulantes sexuales; si fuma o usó hookah y si consumió alcohol.
La experiencia fue narrada por los doctores Ernesto Díaz Álvarez, director del Instituto Dominicano de Cardiología; José Miguel Pantaleón, jefe del Servicio de Hemodinamia y los cardiólogos intervencionistas Bernardo Sánchez Rojas y Aimeé Flores, de dicha institución, durante su participación en el Desayuno de Listín Diario, encabezado por su director Miguel Franjul.
Explicaron que anteriormente los casos de infarto agudo al miocardio los recibían en pacientes con edades de 55 años en adelante, pero que ahora se ven en menores de 35 años.
Al hacer la afirmación, los especialistas reflexionan en torno a las causas, señalando que ahora hay más drogas, más consumo de tabaco y que se ha unido la hookah.
Como ejemplo citaron que la presencia de pacientes menores de 30 años que acuden al Instituto de Cardiología presentando dolor de pecho pasó de un tres por ciento que era en años anteriores a un siete por ciento, lo que evidencia su crecimiento.
“En cardiología a la combinación de los estimulantes sexuales, cocaína, el alcohol y el tabaco se le llama el cóctel de la muerte”, señala el director del centro.
Ante esa realidad, dijo, a toda persona joven que acude a la institución con infarto cardiaco, la pregunta obligada que se le hace es si ha tomado estimulantes sexuales, bebidas energizantes o drogas, porque el manejo clínico es diferente.
Listín Diario
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