Cada 31 de mayo desde 1988, la Organización Mundial de la Salud organiza el Día Mundial Sin Tabaco, una jornada que fomenta la abstinencia durante 24 horas y que a su vez tiene el objetivo de poner de relieve los riesgos para la salud asociados al consumo de tabaco y abogar por políticas eficaces para reducir su consumo.
El Día Mundial Sin Tabaco 2017 tiene como lema "El tabaco, una amenaza para el desarrollo". El tabaco es la primera causa de muerte prevenible en todo el mundo, y su consumo mata actualmente a 1 de cada 10 adultos (casi 6 millones de personas al año). ¿Realmente vale la pena? Con esta celebración se pretende dar a conocer una serie de políticas eficaces para dejar de fumar, a la vez que se reconoce la importancia de los fumadores pasivos, esas personas que también sufren, y mucho, los efectos del tabaco.
Además, el tabaquismo aumenta el gasto sanitario y las desigualdades sociales, ya que las personas más pobres deben dedicar menos recursos a las necesidades básicas (alimentación, educación y sanidad) a cambio de tener un cigarrillo. "Cerca del 80% de las muertes prematuras causadas por el consumo de tabaco se registran en países de ingresos bajos y medianos, que tienen más dificultades para alcanzar los objetivos de desarrollo."
Pero el tabaco no solo causa muerte, sino que destruye poco a poco el medio ambiente. "En el cultivo del tabaco se utilizan grandes cantidades de plaguicidas y fertilizantes que pueden ser tóxicos y contaminar fuentes de suministro de agua. Cada año, estos cultivos utilizan 4,3 millones de hectáreas de tierra y causan entre un 2% y un 4% de deforestación del planeta. Además, la fabricación de productos de tabaco genera 2 millones de toneladas de residuos sólidos." ¿Estás dispuesto a destruir el planeta por un cigarro?
La OMS pretende reducir en un tercio y para el año 2030 la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario