El Día Internacional para la
Abolición de la Esclavitud se celebra el 2 de diciembre para recordar la fecha
en que la Asamblea General aprobó el Convenio para la represión de la trata de
personas y de la explotación de la prostitución ajena el 2 de diciembre de
1949.
Este Día nos recuerda que la lucha contra la
esclavitud sigue siendo necesaria actualmente para la erradicación de sus
formas contemporáneas. Y es que la esclavitud aunque en los estados
occidentales nos suene a cosa del pasado, no lo es. Hoy en día, millones de
personas están siendo víctimas de la esclavitud: la trata de personas,
explotación sexual, trabajo infantil, el matrimonio forzado, la servidumbre por
deudas, y el reclutamiento forzoso de niños para utilizarlos en conflictos
armados.
Cada año millones de
personas, la mayoría mujeres y niños, son engañadas, vendidas, coaccionadas o
sometidas de alguna manera a situaciones de explotación de las cuales no pueden
escapar. Son la mercancía de una industria mundial que mueve millones de
dólares, dominada por grupos de delincuentes que operan con impunidad.
Según la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), millones de jóvenes se encuentran en
condiciones cercanas a la esclavitud como víctimas de trabajo forzado o en
régimen de servidumbre, trabajando un 73% de estos jóvenes –unos 180 millones-
en las peores formas de trabajo infantil, entre ellas la prostitución, el
trabajo esclavizado y el trabajo peligroso.
En África se venden menores
por 14 dólares. También, en esta misma región, 80 millones de niños entre 5 y
14 años son obligados a trabajar en la prostitución y actividades como la
minería. UNICEF calcula que 200.000 niños africanos son vendidos como esclavos
cada año. Y no solo allí, sino que entre 45.000 y 50.000 mujeres y niños son
trasladados cada año por los traficantes únicamente hacia los Estados Unidos.
En el caso de la migración,
unos 150 millones de mujeres, hombres y aun niños, que son un 3% de la
población mundial, se han convertido en fenómeno de atención, constituyendo un
grupo vulnerable al que no sólo son violados sus derechos como trabajadores sino
como seres humanos al ser materia y mercancía de las redes de tráfico de
personas.
Hoy en día no existen
soluciones fáciles a la trata de personas, pero su magnitud requiere la
adopción de medidas inmediatas. La lucha contra esta práctica no sólo es deber
de los gobiernos, sino que es responsabilidad de todos. Es por eso que
celebrando el 2 de diciembre, el Día Internacional para la Abolición de la
Esclavitud se pretende recordar a todas las personas que a día de hoy
tristemente aun existe la esclavitud.
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