La Oficina de Servicios de Atención Permanente del Distrito
Judicial de Santiago dictó un año de prisión como medida de coerción a ocho
empleados de la regional norte de la Dirección General de Aduanas en el
Aeropuerto Internacional del Cibao, y a una viajera, involucrados en el
contrabando de divisas y lavado de activos.
Luego de varias horas de deliberaciones sobre las peticiones
que hace el Ministerio Público y los juristas de los imputados, el juez Luis
Nobel decidió dar a conocer el fallo que envía a prisión al capitán del
Ejército Domingo Antonio Pilarte Jiménez, y a los civiles empleados de Aduanas
Marcos Daniel Felipe, Mairelin Rodríguez Batista, Leovigildo Ubiera Paulino,
Nery del Carmen Correa, Benito Henríquez Tejada, Luz Carlina Infante, Ramón Hipólito
Henríquez, así como a la viajera Osairy Mercedes Quezada.
Antes de darse a conocer el dictamen, dos de los abogados
que defienden a los prevenidos criticaron al Ministerio Público porque, según
afirmaron, de buenas a primeras varió el pedimento que hacía por ante la
oficina de Atención Permanente de prisión preventiva a prisión con agravantes.
El acusado Hipólito Rodríguez denunció que el problema grave está entre la
fiscalía local y Aduanas.
Pidió al senador Julio César Valentín, su amigo, que impida
que le asesinen. Ante la insistencia de los periodistas para que aclarara su
denuncia, dijo que se está haciendo un circo, y quienes deben estar presos no
lo están.
Según la Dirección General de Aduanas, la pasajera dominicana, nacionalizada
norteamericana, Osairy Mercedes Quezada trajo en una maleta miles de dólares
sin declarar, de los cuales solo pudieron contabilizarse 136 mil, pero se
desconoce el destino de la otra suma.
Aunque el hecho ocurrió el pasado 29 de junio, cuando la
mujer entró en un vuelo desde Nueva York por el Aeropuerto Internacional del
Cibao, fue una semana después cuando las autoridades de Aduanas presentaron su
denuncia y querella ante las autoridades del Ministerio Público de esta ciudad.
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