Por Tony Balbuena
Bonao.- El empresario Orlando
Martínez, propietario del Consorcio de Bancas OM, advirtió a través de sus
abogados que apelará la sentencia fallada en su contra por el juez Rafael
Pacheco del Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional.
Los
abogados reconocieron que actualmente, no solo Orlando Martínez, sino varios
empresarios que realizan sus actividades dentro del área de negocios de bancas
privadas, están siendo procesados judicialmente.
“Están
utilizando la excusa del proceso judicial, como un mecanismo de presión para
que cedan a sus pretensiones monopólicas, que tienen la mayoría de loterías que
operan en la República Dominicana”, sostuvieron.
Expresaron
que el derecho de ventas de loterías en el país, pertenece tanto a las empresas
que las promueven, como a las bancas privadas, porque están autorizadas para
esos fines por leyes y decretos vigentes en la nación.
Destacaron
que en los procesos judiciales hay decisiones que se deben respetar porque son
de jueces, pero no son definitivas.
“Cuando
no estamos de acuerdo con estas podemos recurrir a otras instancias, y tratar
de imponer el criterio que tenemos como abogados”.
Apreciaron
que la sentencia condenatoria al pago de 5 millones de pesos, prisión
domiciliaria, una multa de 200 salarios mínimos y 50 horas de trabajos
comunitarios por afectar las operaciones de LEIDSA, tiene elementos suficientes para dejar claramente
establecido el derecho que tienen las bancas de loterías privadas, de realizar
sus negocios y combatir las intenciones monopólicas de grandes loterías
dominicanas.
Dijeron
que se ha pretendido llevar el negocio de las ventas de bancas de loterías a la
ilegalidad que existiera en décadas pasadas, obviando que el negocio de las
bancas es una realidad en el país.
Estimaron en 37 mil 700 bancas vigentes en la
actualidad, las que generan unos 71 mil 600 empleos directos, sobre todo para
mujeres.
POSICION DE FENABANCA
El
licenciado Mitchell Dicent, realizó un recuento histórico del proceso
organizativo de las bancas de loterías en el país, donde estableció que hace
tres décadas atrás existieron los riferos, personas dedicadas a vender números de la Lotería Nacional de forma
clandestina.
Posteriormente
los banqueros comenzaron organizarse y surgieron loterías privadas. “Esas
loterías privadas cuando nacieron eran simplemente un intento que no tenían
nombres, ni impacto, ni vendían en los pueblos porque nadie las conocía”,
refirió.
Destacó
que los banqueros fueron creciendo hicieron un acuerdo, que posteriormente se
convirtió en un decreto donde libremente se les permitió a los concesionarios
vender la Lotería Nacional sin realizar ningún pago, y que los banqueros
vendieran las loterías privadas.
Recordó
que esos acuerdos se hicieron de buena fe apagado al decreto 147-02. Reconoció
que el referido acuerdo facilitó que LEIDSA se conociera en el país.
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