¿Por qué ser tan cruel y no aceptarnos cuando Dios ya
nos ha perdonado?
La sociedad nos rechaza sin conocer nuestras acciones,
pero a donde vamos a llegar con una sociedad que nos culpa, que nos juzgan sin
detenerse a ver la raíz del problema y buscar juntos una solución.
Nunca pensé pasar por esta situación, pues fui hija de
una gran educación, pero el destino a mí con una muy mala jugada me atrapó,
cayendo a mi corta edad en un lugar donde cada persona tiene una historia y
gracias a Dios porque no todos corremos con la misma suerte, quizás tú no
tuviste que atravesar hambre, ni trabajar de forma incansable por ser madre soltera.
Da gracias a Dios que no fuiste víctima de abuso, de golpes y no intentaron
matarte dejando como única opción una legítima defensa.
Sí, es cierto, aquí dentro hay gente culpable quizás
hasta de mal corazón, pero también hay gente con valores y principios, buenas e
inocentes que no se buscaron su destino, sino Dios tiene un propósito con ellas
y permitió que pasaran por lugares como este para entender que el tiene el
control de cada situación y que El puede transformar la vida de cada persona.
Doy gracias al nuevo modelo de gestión penitenciaria porque
nos da la oportunidad de prepararnos para reinsertarnos a la sociedad,
adquirimos conocimientos a través de las escuelas, la universidad o los cursos
talleres, los cultos religiosos que nos trasmite la palabra de Dios para que
nunca más nos separemos de Él, quien es el grande que todo lo puede, las
actividades deportivas y recreativas como teatro, baile, danza, pantomima,
voleibol, ajedrez hacen de las artes y el deporte una nueva forma de vida.
Recibes a través de los cursos de repostería, bisutería, elaboración de
velones, entre otros, mejores oportunidades que te abren las puertas a nuevas
ofertas de trabajo.
A pesar de encontrar en los centro de rehabilitación
lo anteriormente mencionada, no hay nada en el mundo como la libertad de un ser
humano, lo digo con conocimientos de causa. Vamos a pedirle al todo poderoso
que ilumine la juventud de nuestro pueblo de Bonao, para que no pasen por la
situación que yo he pasado, que no tengan que llegar a una cárcel para
prepararse y capacitarse para una vida mejor.
Nosotros los privados de libertad, que vivimos esta
situación y puede sucederle a cualquiera, te hacemos esta pregunta: ¿Si fueras
tú o un familiar quien pide una nueva oportunidad, la darías?
Súmate a la rehabilitación de todos los dominicanos.
Ayúdame a demostrar que estamos rehabilitados y juntos poder solucionar el
problema que me trajo a este lugar.
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